jueves, 11 de junio de 2015

DELICATESSEN

LOS MIÉRCOLES, los miembros de la tertulia del Belluga nos acomodamos en nuestro abrevadero favorito, El Pasaje, y nos corremos nuestra particular juerga geriátrica. Ayer, en plena faena, se nos acercó un lotero que demostraba abstinencia en su aspecto -como el caballo del Buscón, aquél que era tuerto de un ojo y ciego del otro- y nos ofreció sin éxito su mercancía. En compensación le invitamos a una cerveza y movidos por su extrema delgadez le animamos a que tomara también algo sólido. Se dirigió al camarero y con determinación le dijo: "Una almeja de carril". Con dos cojones.








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